..Y finalmente amaneció, viendonos envueltos en la claridad, en el sosiego que nos había inspirado ésta montaña, de nuevo respirabamos, sanos y salvos.
Pensando en nuestras madres, nuestros hermanos, en los abrazos y suspiros de las personas que nos han querido y que nunca termirán de entender por que hacemos esto,(salvo alguno que aún sige luchando contra la artrosis y subiendo desniveles pedregosos).
Uno de los suecos que nos acompañaba en la ascensión todavía conservaba su dedo índice cercenado por el filo de la gran laja que arruinó nuestra subida en el quinto largo, aunque creo que lloraba más por parte del material que tuvo que abandonar.
Hoy, estamos cegados, mirando las hojas volar que giran por el aire polar que quema nuestras mejillas cortadas, quiero reir y quiero buscar la motivación necesaria para continuar en ésta lucha contra nosotros mismos y la roca.
La misión estaba cumplida, no me sentia derrotado, ni con sensación de haber abandonado, sólo pensaba en que volveria a luchar contra la gran linea de granito que la naturaleza nos regalaba, así aún en horas bajas, miraba a mi alrededor y soñaba con la cima, pero había sido tan duro y sacrificado trasladarnos allí, perder el material, luchar contra los elementos hasta llegar a pie de vía y joder, por que no decirlo: el miedo que pasamos en la escalada, que cortaba mi respiración y ponía a prueba la templanza de mis nervios.
Poca gente podrá entender la libertad que había sentido, la realidad del mundo explotando en mi cara, la claridad de mis pensamientos y la euforia final.
Contemplar el basto paisaje lunar pintado por largos pinos, mientrás abrazaba el granito ardiendo como el ascua de un fuego a medio apagar...y te diré algo, yo no creo que Dios ni nadie estuviera allí, algunos pueden pensar que sí, pero allí, solo estaba yo con la Bestia y los elementos que amenazaban para que no me elevase paso a paso hasta el final de un sueño, ó tal vez simplemente de un capitulo de mi vida.
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